sábado, 26 de julio de 2008

Mis primeros recuerdos

A veces, los mayores piensan que un niño de tres años no puede recordar nada de lo que sucede a su alrededor. No es así. Si sucede algo que rompe su rutina diaria, lo recuerda perfectamente a lo largo de toda su vida, aunque en un primer momento no sepa el porqué de ese hecho.

Eso me sucedió a mí. Recuerdo perfectamente un día que debía estar muriéndome de sueño y mi madre quería mantenerme despierta a toda costa. Eso no era normal y por eso debió quedarme la imagen de ese hecho y otro que sucedió después. Todos lloraban, reían y se abrazaban porque habían llegado una mujer y un hombre y yo me debí asustar y recuerdo las palabras de mi abuela que me iban a librar de ese momento diciendo ─ Llevad a esa niña a dormir, son más de las 3─.

Años más tarde, concretamente en 1945, mi tía Conchita venía de Barcelona en un tren que llegaba a las 1 de la madrugada y la fue a esperar mi padre. Ella iba a confeccionarme el vestido de primera comunión y yo estuve despierta hasta ese momento porque quería saber cómo iba a ser mi vestido. Cuando me vio en casa de mi abuela me dijo:

─ ¿Y tú que haces despierta a estás horas?

Y dirigiéndose a mis padres y a mi abuela preguntó:

─ ¿Recordáis la llantera que cogió el día que Pepe y yo llegamos de Barcelona?

Rápidamente asocié eso al recuerdo de aquella noche que no querían que me durmiera y pregunté:

─ Y eso ¿cuando fue?

Me contestó:

─ El 14 de febrero de 1939. No lo olvidaré nunca. Iba a ver a los abuelos a los que no había visto todo el tiempo que duró la guerra y a conocerte a ti. Vinimos en tren borreguero que debía haber llegado a las 8 de la tarde y aparecimos de madrugada.

De la guerra ya estaba bastante enterada porque era la conversación normal de los mayores en ese tiempo, pero no me quedó claro el porqué de que no hubiese venido antes y le pregunté por qué no lo había hecho. Ella respondió:

─ Porque hasta el 26 de enero de ese año no se liberó Barcelona. Lo hicimos en cuanto pudimos.

No me quedaba claro en ese momento aquello de liberar Barcelona y me pareció mejor dejar de preguntar porque quería que enseñara el diseño que había hecho para mi vestido. En ese momento, para mí era lo más importante.

De esa forma me enteré de la fecha de aquel día que no era normal porque no querían que me durmiese y que eso haya formado parte de mis primeros recuerdos asociados a la guerra civil.

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